Desde los comienzos de la enseñanza, algo común que se ha dado en ella es la tendencia al silenciamiento corporal, a oprimir la tendencia natural del ser humano de moverse en libertad, - entendiendo el movimiento como un instrumento inherente a las personas para desarrollarse -, tal y como nos señala Barbero González, J.I. (2005). “La escolarización del cuerpo. Reflexiones en torno a la levedad de los valores del capital ‘cuerpo’ en EF”. En Revista Iberoamericana de Educación, nº 39, (pp. 25-51). cuando nos dice que «en la escuela, el cuerpo no existe». Sin embargo no hemos sido capaces de promover un modelo de enseñanza que explote esta faceta de lo corporal, y por contra seguimos tratando de que las personas se desarrollen, prácticamente desde que existen, sentados en una silla. En esta línea son varios los autores que han apoyado la crítica, como las hermanas Rosa y Carolina Agazzi, o como Bruno Ciari, colaborador de Loris Malaguzzi.
En este sentido la siguiente ilustración (Movimento di Cooperazione Educativa, 1979) puede reflejar muy bien la problemática que aquí enunciamos, en cuyo pie de página aparece escrito «En la escuela, el cuerpo no sirve»
Lo que con este proyecto se pretende, es inducir a una reflexión sobre la posibilidad de fomentar un cambio de planteamiento que permita mitigar o incluso contrarrestar este efecto silenciador del cuerpo, que se produce en las aulas al tratar de aplacar la naturaleza del niño, teniéndole sujeto a un pupitre, a una silla, a un lugar estanco durante cinco horas con el único descanso de un recreo, que en muchas ocasiones ni siquiera es aprovechado para atenuar el estrés al que ha sido sometido el niño en las horas anteriores, y es que el patio de recreo, como lugar de acción educativa, es necesario que sea una estructura que facilite que los niños se sientan seguros y confiados, tanto en el juego como en la relación con sus compañeros (Vaca, 2002).
Por otro lado, cabe destacar las aportaciones del profesor Debré y el doctor, Daniel Douad en el informe «La fatiga de los escolares en el sistema escolar actual, investigación de sus causas y posibles remedios», donde se mencionan aspectos de gran relevancia para el tema que aquí se está abordando, como por ejemplo el hecho de que Los cursos mal repartidos entrañan una fatiga perjudicial para la buena recepción de las materias enseñadas.
Esto nos lleva a ver que existe una necesidad no satisfecha, que ocasiona fatiga escolar, lo que se traduce en una reducción en el rendimiento de los niños en la escuela, y por consiguiente en un empobrecimiento de la calidad de la enseñanza, por lo que desde aquí se plantea un cambio que pueda solventar este déficit. Para hacer posible este proyecto, se planteará su realización desde el equipo directivo de un centro, para que de forma jerárquica incentive su desarrollo a un equipo docente de investigadores, que se encargue de su puesta en práctica, lo que hará fundamental la capacidad de liderazgo del mismo. De esta forma se garantizará la correcta interrelación de los implicados en el proyecto.
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