Con el fin de argumentar la necesidad de producir un cambio de planteamiento en la jornada escolar, nos hemos apoyado en las aportaciones de diversos autores que han estudiado y desarrollado esta temática desde el siglo XIX, y para ello voy a dar respuesta a dos cuestiones que nos van a permitir arrojar luz a este punto:
¿Por qué evitar el silenciamiento corporal?
Para responder a esta cuestión, voy a comenzar apoyándome en una cita de Foucault, quien nos habla del sometimiento de los cuerpos y la microfisiología del poder administrada por las instituciones a través de dispositivos disciplinarios y de regulación corporal para crear “cuerpos productivos”
… a estos métodos que permiten el control minucioso de las operaciones del cuerpo, que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas y les imponen una relación de docilidad-utilidad, es a lo que se puede llamar las disciplinas (Foucault, Michel, 1984, Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, México: Siglo XXI, pág. 141)
La microfísica del poder permite determinar cómo el poder disciplinario atraviesa los cuerpos y graba la norma en las conciencias. A partir de los siglos XVI y XVII, en el ejército, en las escuelas, los hospitales, los talleres y otros espacios se desplegaron toda una serie de técnicas de vigilancia y control, de mecanismos de identificación de los individuos, de cuadriculación de sus gestos y de su actividad que fueron conformando determinados tipos de productores. (Foucault, Michael, 1992, Microfísica del poder. Madrid, La Piqueta, págs., 25 26)
No obstante he decir que quizás Foucault nos plantea una visión un tanto extrema y fatalista de lo que es la Escuela, pero creo que su crítica es de considerar pues refleja las carencias que el sistema educativo existente no subsana, por ello desde una perspectiva intermedia y más positiva, he tomado como referencia las ideas de Freire que nos muestran una forma distinta de enseñar en la Escuela, en la que el alumno es parte activa y responsable en su aprendizaje, y por ello tiene que ser un participante activo al cual deberemos permitirle desarrollarse sin limitar sus posibilidades de acción, tal y como ocurre cuando le sujetamos al pupitre, cual recipiente sobre el que vertimos un conocimiento (Freire, P. (1989). Pedagogía del Oprimido).
Por ello, considero vital la presencia del cuerpo en el aprendizaje y debemos tenerlo en cuenta, porque no es un apéndice de nuestro cerebro sino una herramienta cuyo desenvolvimiento permite al niño aprender y desarrollarse, y sería un error limitarlo, ya que tal y como nos señala Russeau en relación a los niños “La naturaleza tiene, para fortalecer el cuerpo y hacer que crezca, los medios que nunca deben ser contrariados. No se le debe obligar a permanecer quieto cuando sienta ganas de andar, ni a que ande cuando quiera estar quieto. Hace falta que salten, que corran, que griten cuando sientan necesidad de ello. Todos sus movimientos provienen de las necesidades de su constitución...” Rouseau, J.J. (1983: pp 32-33).
En referencia a estas palabras de Russeau, me gustaría hacer referencia a un término que engloba un concepto referido más explícitamente a la ausencia del cuerpo en la Escuela y que debemos tener presente, pues es algo muy interiorizado en nuestro actual modelo de enseñanza, el término al que me refiero es el de “cultura somática” -expresión acuñada por Luc Bolstanski, que Julia Varela (1988) define como el moldeamiento sufrido por los cuerpos en nombre de una buena educación-
Por otra parte, hay que decir además que muchas son las señas que podemos percibir en nuestra sociedad en el día a día que nos indican que algo no va bien, que ante un mismo sistema no todo el mundo experimenta un auténtico proceso de enseñanza aprendizaje, que hay muchas personas que tienen problemas de salud que podrían ser evitables y no saben cómo ni por qué. Algunas de estas señas se reflejan en los datos manejados por la Organización Médica Colegial (OMC), que nos muestran que a los 15 años el 50% de los chicos y el 70% de las chicas han sido víctimas de la lumbalgia, otras señas son los indices de obesidad y es que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, notas de prensa, 2007), El 52,7% de la población adulta y el 27,6% de la población infantil presentan sobrepeso u obesidad, y según la OMS somos uno de los países de Europa con mayor porcentaje de obesidad infantil. En definitiva está claro que hay algo en nuestra sociedad que está contribuyendo a que estas estadísticas aumenten, y quizás la Escuela tenga su parte de responsabilidad, al no tomar en consideración las consecuencias de la cantidad de horas que un niño puede pasarse hoy día sentado en una silla.
Todas estas señas nos dan una información muy relevante, y es que ante la censura de la movilización natural del cuerpo, conseguimos respuestas negativas no deseadas y en ocasiones incluso que ocurra justo lo contrario de lo que esperamos, que los niños pierdan la atención y no se produzca el aprendizaje.
Tasa bruta que alcanza los objetivos de la educación obligatoria
Andalucía 77,8
Aragón 81,5
Asturias 83,9
Baleares (Islas) 61,4
Canarias 78,1
Cantabria 82,1
Castilla y León 80,5
Castilla-La Mancha 66,6
Cataluña 77,9
Comunidad Valenciana 67,4
Extremadura 67,8
Galicia 82,8
Madrid 80,4
Murcia 68,9
Navarra 84,0
País Vasco 76,5
Rioja (La) 78,8
Ceuta 46,3
Melilla 56,7
Relación porcentual entre el total de alumnado que consigue el Graduado en Educación Secundaria, promociona 2º de BUP y se gradúa en FPI con la población de 16 años (Proyecciones de Población Revisadas del INE) (MECD, 2002:104)
En este sentido cabe destacar las aportaciones de algunos autores, que han tratado de buscar alternativas al planteamiento tradicional de la enseñanza cuya efectividad no siempre es la deseada con tasas de fracaso como las que se nos muestran en las estadísticas, como es el caso de Damasio, A.R (2005) cuando nos plantea su perspectiva acerca de como se relacionan la razón y la emoción en el desarrollo del cerebro o Gardner (1983) con su desarrollo de las inteligencias múltiples.
¿Cómo pueden contribuir las cuñas motrices a mitigar la fatiga del escolar (surmenage)?
Hemos visto que la disposición de la actual jornada escolar, se traduce en unas determinadas consecuencias, cuyo resultado está siendo la inferior eficiencia de la enseñanza. Con este proyecto pretendo centrarme en la reducción de la surmenage o síndrome de la fatiga crónica, tema que ha sido tratado y analizado por autores como Alcántara García (1891) que propuso la reducción de horas y la introducción de recreos y ejercicios físicos, alternancia, graduación y distribución armónica de las materias, y lo haré a través de la implantación de cuñas motrices.
En referencia a esta cuestión, he querido desarrollar como se puede hacer esto posible, pero primero veamos que son las cuñas motrices:
El concepto “cuña motriz” es desarrollado por Marcelino Vaca. Se trata de actividades de corta duración (entre 5 y 10 minutos) que cumplen una doble función: “por una parte, tratan de ayudar al alumnado a lograr la disponibilidad e implicación que los aprendizajes le reclaman, y, por otra, forman, junto a las sesiones, las situaciones educativas que desarrollan los procesos de enseñanza-aprendizaje específicos sobre el ámbito corporal”. (M. Vaca, (2008). Motricidad y aprendizaje. El tratamiento pedagógico del ámbito corporal (3-6). Barcelona: Grao, p. 52).
A través de las cuñas motrices, vamos a poder establecer ese equilibrio del que hablábamos con anterioridad, ya que ante jornadas constantes de actividades intelectuales dirigidas y en muchas ocasiones monótonas, nos van a permitir cortar el ritmo de la clase para realizar una actividad, cuyas características van a permitir al niño liberarse de esa monotonía, liberar su cuerpo de la sujeción, y además desarrollar otros contenidos educativamente relevantes. “Con las cuñas, los maestros modifican el vaivén entre la exigencia y la tolerancia corporal, buscando que el alumnado esté más disponible e implicado en los procesos de enseñanza-aprendizaje.” Vaca Escribano, M. J. (2002)
Además si elegimos bien los momentos en los que realizar según que tipo de cuña motriz, vamos a poder gestionar como queremos que lleguen los niños a las clases, al recreo, o cómo salgan del colegio lo que puede ser un importante condicionante sobre el rendimiento de la actividad escolar.
Todo esto podrá incidir favorablemente sobre el transcurso de la jornada escolar, de manera que muchos niños, que al distraerse pierden el ritmo de la clase y acaban optando por hacer otras cosas, conseguirían mantener mejor la atención, con un cuerpo liberado, y unas clases más equilibradas.
Por otra parte no se debe confundir una cuña motriz con un momento de recreo pues su puesta en práctica va a implicar una planificación, una búsqueda de objetivos que queremos cumplir con la cuña motriz, el desarrollo de unos contenidos y una evaluación de los mismos los cuales pueden variar entre contenidos transversales que queramos trabajar, y contenidos propios de las distintas áreas del conocimiento.
Dicho esto, vemos que las cuñas motrices pueden ser una herramienta de gran utilidad. ya que tal y como nos apunta Marcelino Vaca, Frente a la Gimnasia de Pausa, las “cuñas motrices” se caracterizan por desarrollar proyectos a lo largo del tiempo sobre el aprendizaje de alguna habilidad o técnica corporal. Es decir, no se trata de un ejercicio o juego compensatorio aislado, sino que es programado para formar parte del desarrollo del currículo asignado al área de educación física. (M. Vaca, 2008)
Referencias Bibliográficas
-Alcántara García, P.(1891) El método activo en la enseñanza Alcántara.Barcelona: Ed. Librería de A. Bastino
- Barbero González, J.I. (2005). La escolarización del cuerpo. Reflexiones en torno a la levedad de los valores del capital ‘cuerpo’ en EF. En Revista Iberoamericana de Educación, nº 39, (pp. 25-51)
- Damasio, A.R. En busca de Spinoza: neurobiología de la emoción y los sentimientos. Editorial Crítica. 2005
- Debré y Daniel, D.«La fatiga de los escolares en el sistema escolar actual, investigación de sus causas y posibles remedios»
- Foucault, Michel, 1984, Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, México: Siglo XXI, (pág. 141)
- Freire, P. (1989). Pedagogía del Oprimido. Buenos Aires, Siglo XXI.
- Gardner, Howard. (1983) "Inteligencias múltiples". Barcelona: Paidos
- INE. Notas de prensa, 2007, 30 de abril. http://www.ine.es/prensa/np455.pdf
- (MECD, 2002:104). Proyecciones de Población Revisadas del INE.
- OMC. Página web oficial. https://www.cgcom.es/
- OMS. Página web oficial. http://www.who.int/whr/es/index.html
- Rouseau, J.J. (1928) Emilio , o de la educación . Barcelona: Lux
-Vaca Escribano, M.(2008). Motricidad y aprendizaje. El tratamiento pedagógico del ámbito corporal. Barcelona: Grao.
- Vaca Escribano, M.(2002) Relatos y reflexiones sobre el tratamiento pedagógico de lo corporal en la educación primaria. Palencia: Asociación Cultural “Cuerpo, Educación y Motricidad”.